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Modelos de integración de las personas transnacionales

Extracto de las investigaciones doctorales, El Giro Semántico Lingüístico como propuesta para la integración de las personas en movilidad transnacional. Un estudio de la cobertura informativa del barco Aquarius en La 1 de Radiotelevisión española (RTVE) (Dantil, 2021, p. 149-184).
Modelos de integración de las personas transnacionales

Factores de integración de las personas en movilidad

Hay muchos factores que facilitan, limitan y/o condicionan la integración de las personas transnacionales en un país. Los medios de comunicación, los discursos políticos, las investigaciones, la educación, entre otras cosas que afectan desfavorablemente la percepción social respecto a determinados grupos de personas.

IICEIIE, Factores de integración de las personas en movilidad

Esto sucede porque, en gran medida, el discurso político-mediático visibilizan a determinados grupos de personas provenientes de otros países únicamente cuando la noticia e información asocia a estas personas con algo negativo.


Por los mismos efectos psico-sociales de los discursos políticos y mediáticos que condicionan la opinión pública, la audiencia sólo interioriza estos estereotipos que desacreditan a las personas.


Paralelamente a estos factores elementales, se considera que existen otros criterios con pesos mucho más importantes en la integración de las personas transnacionales, según se trata el grupo de persona en cuestión. Los más importantes son:


El color de la piel, raza y etnia

Si el color de la piel es uno de los factores más importantes en la discriminación racial, también lo es para la integración en todas las dimensiones de la vida social. Es decir, el color de la influye en todos los tipos de integración: social, cultural, laboral, político, económico e institucional, entre otras dimensiones (Martínez O’Farrill, 2020).

Modelos de integración de las personas transnacionales, IICEIIE

Con esto, se quiere destacar que el criterio de raza sigue siendo uno de los factores importantes en determinadas sociedades y, en lo que respecta a la movilidad humana, está a la base de muchos debates sociopolíticos, económicos e institucionales.


Según Clark et al., (1999), “el racismo es un conglomerado de creencias, actitudes, arreglos institucionales o actos que denigran y excluyen a individuos o grupos debido a sus características fenotípicas vinculadas simbólicamente a su ancestro geográfico o a su afiliación a un grupo étnico” (Ortiz Hernández, Ayala Guzmán y Pérez-Salgado, 2018, p. 218).


En España, El Diario.es (2020, 21 de junio) reportó 40 casos recientes de violencia motivadas por la raza o color de la piel en el caso español (elDiario.es, 2020, 21 de junio). Lo mismo podría pasar en cualquier país.


El idioma

El idioma es considerado como una de las principales barreras para algunos grupos de personas, para poder integrarse. Tampoco se puede echar la culpa al país receptor porque estas personas han escogido este destino sabiendo la existencia de un idioma diferente al suyo.

IICEIIE, Modelos de integración de las personas transnacionales

Sin embargo, si tomamos, España como ejemplo, si además del idioma nacional, tienen que enfrentarse con un segundo idioma, para que sean reconocidas personas integradas, esto supone evidentemente la existencia de una barrera estructural que les impedirá cohesionarse y acceder a los canales de una integración estructural.


Si se basa en la idea de integración como socialización, el idioma es elemental ya que expresa y da forma a los pensamientos, su modo de ser y ver el mundo.



Los cambios de partidos en la administración pública

Los cambios en la administración pública son, evidentemente un factor que influencia los procesos de regularización de las personas cuando las ideologías no contemplan las mismas ideas sobre los procesos de movilidad transnacional.


Por ejemplo, en España durante el tiempo en que el Partido Popular (PP) gobernó, las políticas dirigidas hacia la integración de las personas transnacionales eran más restrictivas y conservadoras, algo que puede contrastar con las actuaciones de un gobierno de otro perfil político como los liderados por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).



Los apellidos como factor de integración

Otro aspecto a tomar en cuenta en la integración y en las oportunidades es la jerarquización implícita que se hace de los apellidos y, también los nombres. Existen algunos con una imagen positiva mientras que otros son menos valorados.


Por ejemplo, una persona con un apellido francés o inglés puede tener mayor valoración en la búsqueda de empleo que uno de apellido árabe en España. En el peor de los casos, algunas empresas ni van a mirar un Curriculum Vitae con determinados apellidos.

IICEIIE, Instituto Internacional de Comunicación & Educación para la Inclusión e Integración Estructural

Este fenómeno sucede en diferentes países, donde aún no existe una política migratoria que realmente tenga como finalidad la plena integración de las personas, o que consideran a las personas en movilidad como personas en estancia o que simplemente vienen para trabajar e irse.


En países como República Dominicana, por ejemplo, esto sucede con los ciudadanos transnacionales haitianos, cuyo color de piel es negro. Si el apellido es francés y el color de la piel es negro será considerado como un haitiano o descendiente haitiano, por lo tanto, su apellido resulta ser afrancesado le impedirá disfrutar de algunos derechos sociales y políticos.


Algunos testimonios como los que vienen a continuación lo comprueban. En República dominicana, Deisy Toussaint reitera que la Dirección General de Migración le negó el pasaporte por su apellido afrancesado (Hoy, 2013, 10 de diciembre).


El tener la piel blanca o mestiza, por ejemplo, y disponer de un apellido considerado afrancesado no generaría este nivel de percepción negativa asociada a las personas de Haití.


En definitiva, existe numerosos factores que tienen peso en el proceso de integración de las personas en movilidad, tales como el color de la piel, la religión, el idioma, el genero, la nacionalidad, los apellidos, la forma de vestir, entre otros factores externos importantes.


Diferentes modelos de integración de las personas transnacionales

Estos son los medos de integración más comunes según el país de llegada.


Integración asimilacionista

La integración asimilacionista supone que las personas en movilidad vayan adecuándose a la sociedad receptora adquiriendo así la cultura, las costumbres y los modos de vida de la comunidad acogedora; dejando a un lado su otredad, al considerar que ciertos elementos culturales [de las personas en movilidad] son incompatibles con la cultura local y la convivencia y que la existencia de grupos minoritarios en el seno de la sociedad de acogida son un factor de desorden social, anomia y representan una amenaza.


Este modelo reduce la integración social a la integración cultural. Algunos de sus representantes son: Todd (1994) y Tribalat (1996).


Integración comunitarista

Los procesos de integración suponen un espacio de negociación intercultural donde cada colectivo tiene la posibilidad de expresarse separadamente mientras conviven y cohabitan un espacio común.


En otras palabras, es abrir un especio a cada comunidad étnica, nacionalidad, racial religiosa, etc. En una comunidad más grande donde cada uno de los colectivos puedan vivir la esencia de sus culturas.


Es favorecer el pluriculturalismo. Es la base misma de la pluralidad social en un estado democrático.


Uno de sus representantes es: Tobie Nathan (1993, 1993a, 2000). Canadá es el país donde más prevalece este modelo.


Integración Multicultural

La integración multicultural supone la existencia de varias culturas en una misma comunidad sin que esto signifique el respeto las unas hacia las otras.


Este tipo de integración supone la producción de la desigualdad y la exclusión de otras culturas por motivos y condiciones de raza, etnia, religión, color de piel, entre otras cosas.


Las culturas se conviven sin intercambiar lazos sociales vinculantes. Algunos de sus representantes son: Taylor (2001) y el sociólogo francés Boucher (2000).


Integración Integracionista

La integración integracionista supone la construcción de una ciudadanía para todos y todas mediante un contrato de ciudadanía que supera la lógica de las diferencias por motivo de razas, origen, nacionalidad y cualquier otra condición social.


La integración integracionista supone la garantía de los tres tipos de ciudadanías: civil (derechos y libertades), política (derechos políticos) y la ciudadanía social (derechos sociales como es la educación, el trabajo, entre otros derechos sociales).


Este modelo da mucha importancia a los diferentes derechos disfrutables por cada quien, sin que esto supone una garantía de oportunidad para acceder a ello.


Algunos de sus representantes son: Schnapper (1991, 1992, 2008) y Costa-Lascoux (1989, 1992, 2006).


Integración intercultural

La integración intercultural se acentúa en el respeto, enriquecimiento e intercambio mutuo entre las distintas culturas que conviven en un mismo espacio.


Implica el derecho cosmopólito y a la hospitalidad (Kant, Martínez Guzmán); igualdad de condiciones; ponerse en el lugar del otro (Cohen-Emerique, 1993; Douyon, 1988); implica educar la interculturalidad Camilleri C. (1988, 2015), Cohen-Emerique (1988, 1993, 2015), Abdallah (2001), Bartolome Pina (2001).


Desde mi manera de verla, integración intercultural es un disfrace de la multiculturalidad con otro nombre. Es más, refuerza mucho más a la discriminación, pero desde una manera más sutil, no manifestado más excluyente. Es como decirle a alguien, respeto tu forma de ser pero sigue siendo lo que pienso que eres.


El respeto a la forma de ser de los demás no significa integración. Ver la interculturalidad como modelo ideal de integración es fomentar una vez más el multiculturalismo con palabras más bonitas.


Integración estructural

La inclusión e integración estructural es la integración de los grupos y colectivos estructuralmente excluidos de determinados círculos socioculturales, organizacionales e institucionales, superando la lógica de las condiciones de color, raza, etnia, nacionalidad, género, religión, entre otros factores.


Siendo un proceso progresivo, necesita la puesta en marcha de varios programas, actividades de acción social, un marco normativo-legal y sobre todo, una comunicación y educación que la favorece, asegurando la participación de todos los sectores claves de la sociedad en la búsqueda de mejores alternativas para aplanar el terreno de las condiciones de oportunidad para todo el mundo.


Esto supone, entre otras cosas:

  • Garantizar la inclusión

  • Garantizar la igualdad de oportunidades para todo.

  • Enderezar los factores que inciden a la violencia y discriminación de las diferentes estructuras de la sociedad.

  • Desarrollar acciones que fortalecen el sentido de pertenencia social

  • Formar en comunicación y educación social que fomente la inclusión, la cohesión y la integración desde la diversidad.

  • Garantizar y fomentar la igualdad de trato con todas las personas.

  • Poner en marcha políticas de lucha contra la discriminación.

  • Llevar políticas sociales integracionistas (Schnapper, 2000, 1992, 1991).

  • Llevar políticas de inclusión en las instituciones.

  • Fortalecer los factores que inciden en el refuerzo de la cohesión social.

  • Poner en marcha un observatorio de inclusión e integración estructural

  • Vigilar y monitorear las acciones de inclusión,

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