Inclusión e Integración: ¿Existe alguna diferencia entre las dos?
Es muy probable que tenga confusión sobre el uso de estos dos conceptos que, seguramente utilizas todos los días. Unos dicen que son sinónimos ya que pueden significar lo mismo, mientras que otros piensan que son dos cosas totalmente distintas. En realidad ¿Existe alguna diferencia entre Inclusión e Integración? Veamos este debate desde la perspectiva de la movilidad de las personas transnacionales en que Dantil (2021) será nuestra guía.
Extracto de las investigaciones doctorales: El Giro Semántico Lingüístico como propuesta para la integración de las personas en movilidad transnacional. Un estudio de la cobertura informativa del barco Aquarius en La 1 de Radiotelevisión española (RTVE) (Dantil, 2021, p. 144-149).
Integración e inclusión
La discusión respecto a los conceptos de integración e inclusión es larga y abarca muchos sectores y disciplinas. Tanto en su aplicación teórica y práctica en los procesos de enderezamiento de las desigualdades socio-culturales, como por sus propios significados.
Hay autores como Parrilla (2002); López (2004 y 2006); Echeita (2006), Ainscow (2005); Echeita y Ainscow (2011); Booth (2009) Leiva Olivencia (2013); que prefieren hablar de inclusión en vez de integración a la hora de reivindicar la participación de un individuo o grupo de individuos en una estructura donde tenía acceso en determinados grados de inequidad o desigualdad en el trato.
Estos autores y autoras hablan desde la perspectiva educativa y se refieren precisamente al alumnado con necesidades educativas especiales o personas con diversidad funcional. Hay que subrayar que el contexto educativo es el que más trata de apropiarse de estos conceptos.
No obstante, para poder dilucidar mejor la diferencia que se quiere subrayar, entre inclusión e integración en el marco de este trabajo, resulta importante desplazarse hasta las mismas raíces de los dos conceptos.
Lo que haremos en las condiciones semánticas que suelen acompañar el uso de los ambos términos para intentar justificar así la preferencia por el concepto de integración por encima de inclusión.
Etimológicamente hablando, incluir viene del latín includere; es un verbo transitivo y directo que significa: abarcar, contener en sí, involucrar, implicar, introducir, hacer parte, entre otros usos. También significa pertenecer conjuntamente con otros.
En cambio, según la RAE, integrar es completar un todo con las partes que faltaban; es también hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo. Entre sus sinónimos, se encuentra sumar, incorporar, completar, afiliar, entrar, entre otros.
Entonces, ¿Cuál es nuestra posición, al respecto de si son lo mismo o cosas distintas? Veamos la evolución de los conceptos.
Evolución e historia del uso conceptual de inclusión
En un primer lugar, se puede observar la evolución de los usos conceptuales especialmente en el ámbito educativo. El Informe de Warnock (1978) y la declaración de Salamanca, por la UNESCO (1994) supusieron un cambio de enfoque en el uso de los conceptos.
El primer informe habla de inclusión al integrar el componente educativo de necesidades educativas especiales, mientras que, en la declaración de Salamanca, se hablaba de integración refiriéndose a pedagogías centradas en el alumnado con currículos amplios que se adapten a las necesidades de cada individuo (UNESCO, 1994).
El término educación inclusiva empezó a ser utilizada precisamente en el año 1990 en el Foro Internacional de la UNESCO, donde, en la Conferencia Internacional de Jomtiem (Tailandia, 1990), se promovió la idea de una educación para todos, dando respuesta a toda la diversidad dentro del sistema de educación formal (Dantil, 2021; Echeita, G., 2006).
En ese momento, se habló de equidad educativa y se abordó, también los problemas y los obstáculos que encuentran determinados colectivos de niños y niñas estudiantes a la hora de acceder a las oportunidades educativas y los recursos que han de promover para la superación de estos obstáculos en el ámbito educativo (UNESCO, 2009; Echeita, G., 2006).
Las diferencias corrientes que intentan establecer entre inclusión e integración nos vienen dadas por La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, más conocida como la UNESCO y, esta definición es sesgada (Lea Dantil, 2021: 144-149).
No obstante, se empieza a hablar de educación inclusiva concretamente en la Conferencia Internacional de Educación de Dakar, con los compromisos de Marco de Acción 2000 que promovía el respeto por la diversidad del alumnado en contraste con la exclusión del alumnado con necesidades especiales (Dantil, 2021: 144; Echeita, 2006, p. 91).
En este Foro Mundial sobre la Educación, el objetivo principal era cumplir los objetivos y finalidades de la educación para todos (educación inclusiva), para todos los ciudadanos y todas las sociedades (Dakar, 2000).
En lo que respecta a las personas en movilidad (personas migrantes, en adelante personas transnacionales), se ha utilizado principalmente el concepto de integración (Schnapper, 2008; Costa Lascoux: 2006; Díaz Quintero, 2008; Boucher (2013; Todd (1994); Tribalat (1996); De Haas (2005); Malgesini y Giménez (2000); Martínez Guzmán (2001, 2003, 2009, 2014), entre otros autores.
Ahora bien, en base a esta declaración de la UNESCO, que se citan a continuación, se puede observar que la inclusión es utilizada como sinónimo de integración, al insertar el componente de cohesión social, entendida como un proceso dinámico, que posibilita a las personas dentro un sistema marginal a participar del nivel de bienestar social y vital alcanzado en un país, comunidad o una institución determinada:
La educación puede ser un factor de cohesión social si procura transformar la diversidad en un factor positivo de entendimiento mutuo entre los individuos y los grupos humanos y al mismo tiempo evita ser (ella misma) un factor de exclusión social (UNESCO, 1996).
Qué entendemos por integración
Dantil (2021) defiende la idea según la cual la integración es un acto que resulta de la capacidad propia de las personas en franquear barreras o límites, para instalarse dentro de un sistema al que antes, quizás, no ha tenido acceso y en donde se puede disfrutar de las mismas oportunidades que el resto, pero en condición de igualdad –no necesariamente iguales–, junto con los demás miembros de una misma estructura (Dantil, 2021: 148).
El autor subraya que las palabras integración e inclusión, siendo sinónimos conllevan acciones, procesos e implicaciones muy distintos (Dantil, 2021: 148).
En este artículo, tratamos de establecer las bases de las diferencias entre los dos conceptos. Lo más fundamental requiere adentrar en el uso práctico de los conceptos y sus implicaciones en la vida real de las comunidades. Te invitamos a profundizar el en la tesis doctoral arriba mencionada. Puedes solicitar una copia completa de la tesis.